viernes, 4 de septiembre de 2009

Pensemos un rato.






¿Qué seria del mundo sin las matemáticas?

¡¡Felices de la vida!!, dirían hoy en día no pocos de nuestros estudiantes. En una Escuela X, algún niño lo adjetivó, al momento de retomar la ejercitación sobre el algoritmo de la división, "otra vez esta maldita matemática". He aquí una muestra, de tantas de las reacciones de los estudiantes, cuando al estudio de esta ciencia se refieren. ¿Qué entraña esta expresión? Por unos breves momentos, cierro los ojos, para reflexionar sobre la cuestión que nos sugiere esta introducción. Claro, el mundo no se acabaría, ¡mejor!, dirían algunos!, ¡Qué barbaridad!, dirían otros. Tal vez sería necesario que eso ocurriera, para detener la locura de la autodestrucción en la que el ser humano está empeñado, en todos los confines, y de todas las formas. Otros pensarían que todo se paralizaría, nada de los bienes de los que hoy nos servimos y utilizamos, gracias al desarrollo técnico científico, funcionaría. ¿Qué tal? El nivel importante que el ser humano ha ido alcanzando, se reduciría a la mínima expresión, y poco a poco experimentaríamos un proceso regresivo de nuestra especie.
Ningún área del saber y del hacer, hoy pueden prescindir de los sistemas y estructuras lógico matemáticas. Los futurólogos, desde ya plantean, que como existe un lenguaje inventado por el hombre, que no admite discusiones, y ese es el lenguaje de la matemática, bien podría ser entonces, que éste se convierta en lenguaje universal. La revolución técnico-científica que vivimos, y por sus señales del desarrollo vertiginoso que está alcanzando, hace prever, que nuevas y sutiles formas de dominación se ciernen sobre la humanidad; y que no serán precisamente los propietarios de bienes de producción, los que sustenten el poder; sino aquellos poseedores del conocimiento: dándose nuevas formas de relación y dominación, desatándose un proceso continuo de lucha por la hegemonía. Si no nos apresuramos y preparamos para esta nueva realidad, ¿se imaginan el destino que nos espera? Realicemos una lectura del contexto de nuestro país, y anotaremos que: "Venimos a este mundo con desigualdad de oportunidades, siendo mínimas para la inmensa mayoría. "La escuela no encuentra rumbo para un sostenido desarrollo, por falta de liderazgo y políticas sustentables de parte del Estado. "Los niveles de conocimiento y desarrollo de destrezas, particularmente en matemáticas, son limitados. Los procesos formativos que garanticen mayor eficacia de la escuela, son casi inexistentes, lo cual determina el predominio de métodos tradicionales, anclados en el memorismo mecánico y operacionalismo.
"Vivimos en un mundo que cada día se polariza más, entre aquellos que han desarrollado la ciencia y la técnica, con aplicaciones tecnológicas sorprendentes y espectaculares, y la inmensa mayoría de países como los nuestros que están condenados a ser meros consumidores y absolutamente dependientes. "La enseñanza que se imparte en matemáticas es desconectada de la realidad, de las otras ciencias, básicamente informa contenidos, sin que los mismos hayan sido revisados cuando fueron estudiados en las épocas de formación estudiantil y docente. "La práctica docente se resiste a introducir cambios, ni siquiera aquellos que contempla la reforma consensuada para el área de matemáticas, que sin ser una novedad, propone una metodología que toma en cuenta los aportes que la investigación pedagógica moderna viene experimentando con buenos resultados.